Hay lugares donde sientes que te quieres quedar para siempre, donde todo se ve tan bonito, sabe tan rico y estás tan cómodo que crees que es un pedacito del paraíso. Así es para mí Punta Monterrey en la Riviera Nayarit.
Paradójicamente, es el lugar que siempre me hace preguntarme en qué momento se me ocurrió que me gusta correr. La corrida es en la selva o en la arena, de subida. Y cuando digo subida me refiero a pendientes perpetuas con inclinaciones ridículas que hacen que el corazón se salga y confirmes que es un mito eso de que correr al nivel del mar es facilito.
Punta Monterrey está en la carretera Internacional Tepic-Vallarta, en la Bahía de Banderas en Nayarit. Es un hotel boutique, en una playita escondida, privada, donde te sientes como en casa, donde la naturaleza te consiente en todos los sentidos. El mar te arrulla en las noches, te despierta en las mañana y es una alberca gigante durante el día, además te sorprende cada día con alguna delicia diferente como ostiones, langostas, pescado y camarones. Los terrenos a la redonda estallan en mangos, cocos, papayas y guanábanas según la temporada. La comida es casera, apapachadora, levanta crudos y con todo el sabor de la costa. El menú diario es una sorpresa dependiendo de la pesca del día y los planes del chef: aguachile, ceviche, pescado zarandeado, chilaquiles, panqué de plátano, café orgánico de la Peñita de Jaltemba, tacos de pescado, langosta a la mantequilla y ajo, lasaña, pizza, sopa de pescado y jaiba… podría escribir varias cuartillas de las maravillas que he comido en este lugar – y de lo motivante que se vuelve el menú para correr tantito más -.
Además, es un lugar pet friendly, que tiene mascotas locales que conviven amigablemente. Perros guardianes, ardillas que vigilan desde las palmeras y se hacen tus amigas en búsqueda de comida. Cangrejitos playeros, lagartijas besuconas come moscos y sapos cantores en épocas de lluvia.
Es un hotel que no parece hotel, si no una casa, donde todos se preocupan porque estés totalmente cómodo, contento y no te falte nada para estar en la comodidad total. Un lugar para descansar, relajarte, divertirite y existir, así nada más, sentarte a resipirar recordando que lo bonito de la vida es gratis.
Hoy es lunes de descubrimientos viajeros y como escribo justamente desde aquí, desde Punta Monterrey, no encuentro forma de poder compartir algún otro descubrimiento que no sea este paraíso en el que estoy.
Para mí fue un lunes que empezó corriendo en la playa, continuó escribiendo y trabajando frente al mar y cenando langosta recién salida de la bahía de Banderas. El único problema de este lugar, es que nunca me quiero ir.
Esto es lo que he visto, en mis kilómetros mañaneros en la Riviera Nayarit y en la recuperación de calorías post-corrida:
Más info sobre Punta Monterrey en http://www.monterreybeach.com
En Facebook: Monterrey Beach
creo que las fotos ya no aparecen >)
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¡Tienes razón! Voy a checar en dónde están escondidas. Gracias 🙂
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¡Listo! Ya quedaron. Avísame si no las puedes ver, por favor.
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¿La playa de Punta Monterrey es pública? ¿O tiene un club de playa o algo así?
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Hola Getse, la playa no es pública, es privada para el hotel. Creo que sí reciben visitas que no son huéspedes, tendrías que escribirles y preguntar. 🙂
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hola! y como llegas ahí si no vas en coche? sabes?
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¡Hola, Ili!
Podrías llegar en taxi o en transporte público hasta cierto punto y luego caminando (pero esto sería largo). Te recomiendo ponerte en contacto con el hotel y ellos te pueden dar guía de cómo llegar o incluso recogerte en algún lugar 🙂 Aquí puedes encontrar los datos de contacto: http://monterreybeach.com/contact-location.html
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