Madrugar, un día a la vez.

Hace unos meses, cuando estaba planteando mis metas del año, me propuse que sólo pensaría en objetivos realistas.

Para eso, tuve que considerar el tiempo que tengo disponible, las ganas que tengo disponibles y el objetivo detrás de esa meta, considerando como objetivo principal el cómo me quiero sentir.

Específicamente en lo que tiene que ver con hacer ejercicio y correr, fue en lo que más tiempo dediqué para asegurarme de considerar todos estos factores. La meta y el plan de acción resultaron realistas, pero no complacientes. Lograr esta combinación fue bastante complicado, ¿por qué? Porque el tiempo y  las ganas son factores bastante subjetivos. Y es justo ahí donde es fácil cruzar de lo realista a lo conformista.

Decir que dispongo de 1, 2 ó 3 horas al día para entrenar es subjetivo. Cuando algo verdaderamente te motiva y te interesa, encuentras tiempo para hacerlo.

Así pues, decidí comprometerme a entrenar 6 días a la semana, PERO sólo correría 3 días, de los cuales me despertaría muy temprano sólo UNO. Los martes.

¿Por qué sólo un día?

Porque pensé que para mí sería poco realista desmañanarme diario. Amo dormir. Y me dio paz mental pensar que unos días dormiría más. Si usted es de los que rebota de la cama cuando suena el despertador, lo felicito y lo admiro.

¿Por qué los martes?

Porque mi grupo de amigos corredores está los martes a las 5:30 a.m. con los piecitos ya en la pista, y tener compañía (y compromiso con alguien más) lo hace más fácil.

¿Por qué entrenar de madrugada?

Porque correr mientras amanece tiene una magia especial, es sincronizarse con el ritmo del universo.

amanecer-2

La luz, los colores, los sonidos, la temperatura, los pajaritos despertando… todo va a otro ritmo. Y ver la salida del sol cuando voy terminando de correr es un gran premio. Probablemente esto es lo que más me motiva a despertar temprano.

amanecer-4

Correr en la mañana me hace sentir con mucha energía y buen humor durante el día, además me es más fácil cumplir el entrenamiento que me toca. Hacer ejercicio a primera hora tiene un impacto en el resto de mi día: como termino de entrenar temprano, empiezo la mañana sin prisas, desayuno con calma, llego puntual a trabajar y me siento más productiva.

Cuando entreno más tarde me cuesta más trabajo todo, despertar, entrenar, arrancar el día. El problema es que postergo y replanteo la hora de levantarme varias veces. Apago el despertador 3 o 4 veces, pierdo el tiempo. Y la hora de comienzo pasa de las 6:30-7 a las 7:30-8 a.m.

Justo ese es el hallazgo principal a compartirle. Después de sólo un mes de llevar a cabo este plan, me doy cuenta que cuanto más postergo, más difícil es. 

Los días que no despierto temprano y que tengo «mi propio permiso» de dormir más, me cuesta mucho trabajo entrenar.

El otro descubrimiento interesante es que el día antes y el día después de madrugar duermo mucho mejor. El previo, porque quiero asegurarme de dormir suficiente; y el día posterior siempre tengo una mejor calidad de sueño. Combo ganador.

Así que, me estoy replanteando la meta. Quizás empiece a correr antes de que salga el sol, ahora DOS días a la semana. Por ahora, eso sigue siendo realista y empiezo mañana.

amanecer-7

¿Usted es madrugador? Compártame una foto de su amanecer, por favor. Es el mejor premio por despertar temprano.

¿A usted no le gusta madrugar? Lo invito a que pruebe UN día a la semana, es casi seguro que pasado un tiempo lo querrá convertir en dos. 😉

amanecer-6

 

3 Respuestas a “Madrugar, un día a la vez.

  1. El correr por la mañana, es el desayuno para el alma.
    Iniciar un día con endorfinas hará que el día tenga un sabor a dulce felicidad, sólo es cuestión de hábitos.

    La realidad de tus objetivos no tiene limites, estos van a ser tan realistas y posibles a medida de que tanto quieres alcanzarlos.

    Si de verdad quieres hacer que valga la pena el esfuerzo, te invito a que lo pruebes un mes y no podrás dejarlo después.

    Me gusta

Deja un comentario