Corriendo me encontré un librito escrito a mano.

Correr en Nueva York y no correr en Central Park podría parecer absurdo. Pero yo pienso que todos deberían de ignorar el parque y correr por las calles de Brooklyn para no perderse la oportunidad de encontrar cosas que difícilmente se descubrirían en los lugares turísticos de Manhattan.

Hace unos meses tuve la suerte de entrenar en la meca de los hipsters neoyorquinos, el barrio de Williamsburg en Brooklyn, donde todo es original, artesanal, orgánico y delicioso. Donde es casi un deber probar un chocolate hecho a mano o o un panqué vegano, hecho sin harina, huevo y leche, que requiere de un chef químico, artista o mago para lograr que esponje considerando la escases de ingredientes.

Todo llamaba mi atención, pero hubo algo en especial que me hizo detener la carrera por completo. Un local con puertas de cristal enmarcadas en verde que dejaban ver paredes cubiertas de estanterías simétricas repletas de libritos del mismo tamaño. Miles de libros, de piso a techo. Parecía que no cabía ni uno más.

Probablemente no suena diferente a cualquier librería o biblioteca. Pero sí era diferente, los libros estaban custodiados por un mecate y varios letreros que decían «no tocar». Se trata de una biblioteca de libros escritos a mano, se llama «Brooklyn Art Library» y es una maravilla de lugar que recopila libros escritos por cualquiera que quiera hacerlo. La condición es escribir, dibujar o hacer lo que se te antoje, a mano, en un cuaderno de tamaño estandarizado que los artistas creadores del lugar hacen -manualmente y con papel reciclado, obvio-.

Hay más de 26,000 libros, y son parte de una exhibición itinerante que viaja a diferentes ciudades de Estados Unidos. Los dueños del proyecto dicen que es «como un viaje en carretera, pero con cuadernos de dibujo». Las obras están hechas por artistas que van de los 2 a los 90 años, de 135 países diferentes. Cada libro es catalogado y relacionado en una base de datos con un código de barras, de tal forma que se pueden buscar por nombre de autor, tema o por el lugar en el que fueron escritos. Al llegar, te registras gratuitamente y obtienes una tarjeta de la biblioteca, luego eliges en la base de datos el tipo de libro a leer; diez segundos después el bibliotecario localiza dos libros de acuerdo a tu selección y te los presta para leerlos ahí mismo.

Es como una caja de sorpresas gigante. No son sólo libros con texto, sino son más bien lienzos con pequeñas obras de arte, colecciones de pensamientos, recortes, figuras, fotos. Te dan ganas de abrirlos todos. Yo elegí el tema «mapas» y cuando abrí el primer libro encontré todo menos eso. Descubrí en cada página dibujos y frases que no hacían mucho sentido, que sigo tratando de entender, pero que recuerdo y me hacen sonreír.

Así que si vas a Nueva York, no vayas a Central Park. Bueno, sí ve un ratito, pero luego date una vuelta por Brooklyn, come un panqué de calabaza con flores de amapola y ve a leer un libro de un autor desconocido en Brooklyn Art Library.

Esto es lo que vi, mientras corría y me encontré un librito escrito a mano:

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¿Quieres escribir un libro?
No tienes que ir a Nueva York. Compra tu cuaderno en blanco en línea, escribe y conviértete en un autor de colección en una librería de Brooklyn, NY. Más info aquí: http://www.sketchbookproject.com/brooklynartlibrary

Brooklyn Art Library

28 Frost Street. Brooklyn, NY
Abre todos los días de 12-8pm

¿Dónde comer el panqué de calabaza?
Bliss Cafe
191 Bedford Ave. Brooklyn, NY

Kula Yoga Project
Escuela de yoga y cafetería, a un ladito de la librería.
85 North 3rd St. Brooklyn, NY

4 Respuestas a “Corriendo me encontré un librito escrito a mano.

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