La Higuera Sagrada ‘Ficus Religiosa’ es uno de los árboles más comunes y venerados en el sudeste asiático. Tiene significado religioso y supersticioso para los budistas e hinduístas. Para los tailandeses, este árbol es símbolo de prosperidad y larga vida.
Es el árbol bajo el cual Buda se sentó cuando alcanzó la iluminación, por lo que se dice que adorarlo es como adorar a Buda. Los tailandeses lo veneran ya que creen que está habitado por espíritus y almas perdidas que les pueden transferir buena suerte. Por esta razón, a un lado de cada higuera colocan un pequeño altar como hogar para los espíritus, donde además les ofrecen bebidas y comida.
Son árboles hermosos, gigantes. Su tronco puede medir hasta 3 metros de diámetro y por si su hermosura no fuera suficiente, están adornados por montones de listones de colores que la gente amarra para encargarles buena vibra a los espíritus.
No se pueden cortar, ya que de hacerlo se invoca la furia y la venganza de las almas residentes. Para poder podarlos o talarlo, los espíritus deben ser prevenidos y apaciguados por monjes.
Tuve la suerte de ver varias ‘Ficus Religiosas’ mientras corría en un pedacito de paraíso llamado Ao Nang, Tailandia.