Correr en Disney resultó toda una experiencia. Cuando creí que iniciar un maratón a las 6 am era muy temprano, me encontré con que Mickey Mouse convoca a la línea de salida a las 4 am, para arrancar a las 5:35 en punto.
De noche, habiendo subestimado el clima de Florida -8 grados centígrados- y tras haber viajado 12 horas con un vuelo perdido incluido, escuchar al Pato Donald decir «on your marks, get set, go!» no fue muy emocionante. Pero bastaron 2 kilómetros para empezar encontrarme a Campanita en todas sus versiones (gorda, flaca, alta, etc.) y entonces disfrutar el recorrido. El frío lo solucioné recogiendo del piso una sudadera abandonada por alguna corredora más precavida que yo.
El medio maratón de Disney es una carrera para disfrutarla despacio, con espíritu de niño y no de corredor. Hay tanta gente caminando y parando para tomarse fotos con Pluto, que es muy difícil mantener un ritmo.
En 21 kilómetros, me encontré con Minnie Mouse, Blanca Nieves en su versión femenina y masculina, Woody y Jessie, Alicia y el conejo, Mary Poppins y muchos personajes que inevitablemente me hicieron sonreír mientras corría. Esto es lo que vi:
loqueveomientrascorro 