A 78 días del maratón, tengo un déficit de 6 kilómetros por parranda (poquita), y cada kilómetro en deuda se siente como esas tareas no entregadas que después eran las decimales exáctas para pasar un materia…
Ahí les va una powersong de viernes, porque los viernes «no veo nada mientras corro», más bien, no corro.