¿Te animarías dejar de comer alimentos con azúcar añadida?

La semana pasada me sumé al programa de 8 semanas de la australiana Sarah Wilson, fundadora de «I quit sugar». Sara es una mujer que ante diferentes dificultades de salud, optó por seguir lo dicho por Hipócrates:  «Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento».

El consumo excesivo de azúcar puede causar muchísimos trastornos en el cuerpo; como niveles de energía inestables, estrés, dificultad para dormir, desajustes hormonales en las mujeres, y por lo tanto problemas de infertilidad. También puede contribuir a problemas cardiacos derivados de colesterol y triglicéridos altos, así como promover la obesidad y diabetes. Por si fuera poco, está comprobado que se puede desarrollar adicción al azúcar.

Cuando consumimos azúcar, el cuerpo segrega algunas sustancias para que la usemos como energía. Es decir, sí la necesitamos de forma moderada e idealmente de los alimentos naturales.

El problema no está en la cucharadita de azúcar en el café, si no en las cucharadas de azúcar escondidas en alimentos procesados como refrescos, jugos, pan, galletas, salsas, aderezos, etc. El exceso de azúcar puede también bloquear la producción de leptina, la «hormona del hambre» que le dice al cerebro que estás lleno, y el cerebro al creer que estás en «hambruna», guarda la energía como grasa. Comer azúcar en exceso es la principal causa de la acumulación de grasa en el abdomen.

Yo siempre me había catalogado como «dulcera». Siempre tenía antojo de cosas dulces, sobre todo en las tardes. No concebía una comida sin postre. Amo el chocolate y lo comía prácticamente diario. Pero un día me di cuenta de dos cosas: 1. Tenía una adicción al azúcar. 2. Mis «atracones» de azúcar estaban siempre ligados a algún estado emocional extremo (estrés, ansiedad, tristeza, angustia… incluso alegría) y tras el atracón, siempre había un poco de culpa, además de no haber resuelto el problema.

Así que decidí abordar primero la parte emocional y tomé un curso con la super health coach y especialista en psicología de la alimentación Ana Arizmendi (chequen su página, tiene programas buenísimos). Reconocer que la comida no es el mejor vehículo para satisfacer hambre de otras cosas es un buen primer paso.

El segundo paso. EL EXPERIMENTO 8 SEMANAS SIN AZÚCAR. ¿Por qué? Porque quiero ver qué le pasa a mi cuerpo sin algo a lo que casi me siento dependiente, y en tan sólo una semana les puedo decir que me han pasado cosas increíbles. Por eso es que decidí compartirlo, porque creo que mucha gente se podría beneficiar de poner un poco más de atención a lo que come.

¿De qué se trata el experimento? ¡DE COMER! De comer comida rica en nutrientes, natural, sin ingredientes raros. Comer proteínas, carnes magras, vegetales, verduras, granos integrales, semillas, grasa saludable (aguacate, aceite de coco, aceite de oliva, etc).

¿Qué ha pasado en mis primeros 8 días sin azúcar?

• Tengo una energía indescriptible todo el día y con todo el día me refiero hasta antes de acostarme. No siento cansancio. Antes, yo sentía que me habían dado con un bat en la cabeza como a las 7 de la noche.
• Mi piel está más limpia.
• No tengo ataques de hambre, me siento satisfecha pero no llena a explotar.
• Tengo pocos antojos – Lo único que extraño es el chocolate.
• Las comidas que son dulces naturalmente, me saben MUY dulces (ej. el betabel, los ejotes, el camote). Mis papilas gustativas se están recalibrando, y una de las promesas de «desintoxicarte» del azúcar, es que cuando vuelvas a comerla, será con moderación porque sabes cuando algo tiene demasiada azúcar añadida.
• He aprendido a cocinar platillos deliciosos.

¿Usted qué dice estimado lector, cree que sea adicto al azúcar? ¿Se anima a hacer el experimento conmigo?

¿Cómo empezar?

– Nada de barritas, cereal de caja, galletas, pan dulce.

– LEE LAS ETIQUETAS – ¿Has visto la cantidad de gramos de azúcar en tu «barrita saludable»? Una cucharadita = 4 gramos. Haz las cuentas. Los “azúcares añadidos se “ocultan” con algunas otras denominaciones como el jarabe de maíz, los sólidos de jarabe de maíz, el jarabe de maíz alto en fructosa, la propia fructosa, los jarabes de malta y arce, la miel, la melaza, la dextrosa, la dextrina.

– Consumo de fruta moderado y de preferencia frutas menos dulces (fresas, zarzamoras, moras azules, manzanas verdes). Yo dejaré la fruta por 4 semanas.

– Nada de katsup, aderezos, mermeladas, yogurts azucarados.

– Evita los sustitutos de azúcar. A excepción del Stevia, los otros edulcorantes causan casi las mismas reacciones en tu cuerpo.

– Toma más agua.

¿Quién dice yo?

Aquí un poco de lo que he comido en la primera semana del experimento sin azúcar.

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